Los tres estados del ser.

A mi manera de ver hay tres formas o estados del ser….

   Uno es ese estado en el que nos sentimos determinados por las circunstancias. Sentimos que no tenemos poder en la vida. Que nuestra vida se resume en ser lo que “nos dejan” ser. Que la vida te traerá esto o aquello y no hay nada que puedas hacer frente eso. Que eres víctima de las circunstancias y sólo puedes, aceptar, resignarte y adaptarte a lo que sea. Y puede que, si tienes un poco de fe, en algo…, ruegues a eso que crees por y para que lo otro cambie.

   Otro estado, que suele en varias ocasiones seguirle al anterior, es un estado de coraje, de empoderamiento propio. Un estado en el que reconoces tu poder creador y trabajas duramente por conseguir las cosas que deseas en la vida o por ser la persona que decides ser. Creamos estados de felicidad más elevados, ponemos la mente a nuestro servicio, “controlamos” nuestra vida en más o menos grado. Tú eres el centro creador de tu vida. Tú te conviertes en la persona que hace que las cosas pasen en su vida.

   Y luego está el tercero. El que yo creo, y es mi opinión personal, al que todos estamos llamados a alcanzar. En este estado reconoces que forma parte de algo mucho más GRANDE que tú, que formas parte de un propósito UNIVERSAL. Que no estás sólo, ni como individuo, ni como comunidad, ni como especie. Reconocer que hay una INTELIGENCIA QUE SE OCUPA DE TODO en un perfecto estado de equilibrio y bienestar y que somos nosotros los que interferimos con nuestras “expectativas”, creyendo saber qué es lo mejor para nosotros, cuando la mayoría de las veces no lo sabemos o al menos no sabemos si hay algo mejor de que nosotros pensamos. Cuando te das cuenta de esto, comienzas a obedecer a un propósito más grande que tú. Entonces, aprendes a escuchar a tu intuición, a tu corazón, comienzas a desarrollas otros sentidos y a obedecer a ellos aun cuando no entiendes muy bien de qué se trata aquello. Te dejas guiar. Mantienes la ambición, como en el estado anterior, pero ambicionas otras cosas y comienzas a combinar la ambición con tu propósito en la vida. Eres capaz de olvidarte de ti mismo para ayudar a otros y todo lo que deseaste en la vida comienza a llegar a ti de forma natural y sin esfuerzo. Comienzas a vivir sincronicidades inesperadas, te es fácil dar y recibir amor de los demás.

Wayne Dyer le llamaba a esta fase, la fase del sentido o el atardecer de la vida.

¿En qué estado te gustaría vivir?

Paula A. Manes.

Terapeuta Holística.

Facilitadora de PSYCH-K®

Lectora de Registros Akáshicos.

+34 675 68 27 15 – España

+54 9 223 683 4482 – Argentina

paula@haciendovidasmasfelices.com

https://haciendovidasmasfelices.com/

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