El primer efecto de asumir la responsabilidad de la propia vida es la elevación de los niveles de energía en nuestra consciencia, punto crítico en el que nacen el poder personal y el camino a una vida más satisfactoria y elevada.
El coraje de afrontar la verdad, conduce a la aceptación. Con la aceptación el poder se eleva a unos niveles de energía suficientes para resolver la mayoría de los problemas propios y sociales.
Conocer las propias debilidades y las de los demás da lugar al perdón, y después a la compasión.
La compasión es la puerta hacia la realización final de quién es uno, hacia el entendimiento de por qué uno está aquí y a la fuente última de toda existencia.
Salir de victimismo y recuperar nuestro Poder Personal, puede que no sea una tarea fácil ni un camino de rosas. Pero si emprendes este camino, el resultado es la LIBERTAD.
Paula A. Manes
Facilitadora de PSYCH-K