Totalmente desprevenidos entramos en el “atardecer” de la vida y lo peor de todo es que nos adentramos en él con la falsa presunción de que nuestras verdades e ideales nos servirán a partir de entonces.
Pero no podemos vivir el “atardecer” de la vida con el mismo programa que la “mañana” pues lo que en la “mañana” era mucho en el “atardecer” será poco y lo que en la “mañana” era verdadero en la “tarde” será falso.
Wayne Dyer.