El abandono surge cuando comienzo a poner mis expectativas en el otro, para que el otro me dé un amor que debo darme yo a mí mismo.
El abandono surge cuando espero la validación de otro para confiar en mí mismo en lugar de confiar yo en mí porque me tengo a mí, confío en mí y ya sé cuál es mi lugar en el mundo sin esperar a que alguien me otorgue un lugar.
El abandono a nosotros mismos surge en un segundo en el que dejamos de prestarnos atención a nosotros mismos y ponemos nuestra atención en cosas que no nos incumben.
El abandono surge cuando dejo de atender mis propias necesidad y prioridades en la vida para ocuparme de las de otro, incluyendo amigos, familia.
El abandono surge cuando me relaciono con los otros desde la dependencia porque no sé estar solo conmigo mismo, no quiero escucharme o no quiero atenderme.
Cuando fuerzo relaciones porque se basan en mi apego a ellas porque no sé soltar y cuando dejo que el miedo dirija mi vida.
El abandono surge en un segundo cuando digo o hago algo sólo para seguir sintiéndome aceptado o mantener un sentido de pertenencia porque si no siento que pertenezco a algún sitio no sé quién soy.
El abandono surge cuando tengo el hábito exagerado de ocuparme de la vida de los demás detrás de una máscara muy noble porque aún no sé ocuparme de la mía.
Por lo que no abandonarme y no perpetrar mi herida de abandono y sanarla requiere de un hábito de constante auto-observación todo el tiempo aquí y ahora, aquí y ahora, aquí y ahora, cada vez que mi mente de saltos al pasado o al futuro, volver a mí aquí y ahora.
Porque sólo cuando sanemos nuestras heridas de abandono (entre otras) y seamos y nos comportemos verdaderamente como adultos es cuando comenzaremos a disfrutar de nuestras relaciones, porque ya no se basarán en una necesidad o una dependencia o en apegos sino desde nuestra absoluta LIBERTAD.
Tenemos que hacer un cambio en lo social pero para ellos debemos comenzar a atendernos a nosotros mismos para luego comenzar a relacionarnos desde otro lugar.
Mi nombre es Paula Manes y me siento infinitamente agradecida de compartir estos momentos contigo.
Aquí abajo te dejo mis coordenadas para lo que pueda servirte. Y, recuerda, si te ha gustado este vídeo, por favor, comparte.
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